Por un liderazgo sistémico más consciente y sin juicios
¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de personas o de empresas tóxicas? ¿Quién puede juzgar si una persona o empresa es tóxica? ¿Quién es el bueno y quien el malo? ¿Quién se coloca por encima y quién excluye?
Cuando catalogamos alguien o algo como tóxico, no es la persona o la empresa en sí, sino lo que representa para mí.
Si lo rechazo, excluyo o huyo de ello sin solucionar lo que está en mí, casi seguro que vuelve como un boomerang pues sigo enganchado a ello.
Si digo: “No quiero a personas tóxicas en mi vida” o “no quiero trabajar en empresas tóxicas como esta”, es más que probable que produzca el efecto contrario. En mi camino seguirán apareciendo más y más personas o empresas que considero tóxicas para que solucione aquello que está en mí por solucionar y que estoy proyectando en los otros.
Que no sea una buena relación o un buen lugar para una determinada persona no significa que no lo sea para otras. Estoy viendo una realidad mirando más hacia fuera que hacia dentro. Porque mirar hacia dentro no es nada fácil. Supone enfrentarse a uno mismo, a miedos, fracasos, frustraciones, ….
Sin embargo, cuando decidimos dejar de huir y tener la valentía de enfrentarnos a nosotros mismos, de mirar hacia dentro, en especial a aquello que rechazamos, podemos avanzar y dar pasos adelante con mayor libertad y seguridad.
Cuando podemos ampliar la mirada, ver el todo y no solo partes aisladas, aceptando que puede haber personas que todavía no han encontrado su lugar y que quizás ni siquiera uno mismo estaba en su mejor lugar.
Cuando puedo reconocer que mis juicios cumplen una función y ya no necesito protegerme.
Cuando puedo aceptar que así tenía que ser, aprender de ello y tomar mi responsabilidad.
Cuando, en el momento de abandonar determinadas relaciones, personas o empresas, puedo cerrar sin necesidad de enjuiciar.
En definitiva, cuando he podido integrar aquello que rechazo, entonces y solo entonces, podré crecer más allá y avanzar mi camino con mayores recursos y fortaleza. Y quizás, podré guiar a otros que también pudieran haber estado perdidos, ¡y contribuir a desarrollar su potencial sin necesidad de etiquetas!
Desde Systemicall, a través de la consultoría y coaching sistémico, acompañamos a personas y empresas a desarrollar su potencial impulsando un liderazgo sistémico y más consciente que permita a las personas crecer más allá de juicios y etiquetas.
AUTOR: Inmaculada González Armero