Comprometidos ODS

Toda Organización tiene un Propósito, aunque no siempre sea consciente

El Propósito empresarial es un tema que me apasiona y que abordamos en nuestro acompañamiento con empresas. Si quieres desarrollar todo el potencial de tu empresa, necesitas incluir el Propósito.

Recientemente estuve en el XXIV Congreso Nacional de la Empresa Familiar celebrado en Pamplona al que asistieron cerca de 500 representantes de las principales empresas familiares de nuestro país. Esta vez el Congreso giró en torno al Propósito empresarial y lema “Trabajamos por una sociedad mejor”, con interesantes ponencias de reconocidos empresarios/as que compartieron sus experiencias.

Más allá de posibles modas o tendencias, es indudable que las empresas son más conscientes del impacto que genera su actividad en la sociedad y entorno, y están cada vez más comprometidas. Sin embargo, todavía quedan retos y camino por delante.

En Systemicall venimos trabajando desde hace tiempo en cómo abordar los siguientes retos:

  • que el compromiso empresarial con la sociedad y entorno sea desde el convencimiento, no desde la obligación
  • que el Propósito de la empresa sea auténtico, más allá de eslóganes publicitarios
  • que el Propósito se materialice coherentemente en las decisiones y acciones de la organización

Hace algún tiempo, escuché a un Speaker hablar sobre Propósito y le pregunté: ¿Cómo puedes saber si un Propósito es auténtico? Contestó: “No puedes saber si un Propósito es auténtico hasta que pasan dos años”.

Esa respuesta no me convenció. Reafirmó mi apuesta por las metodologías sistémicas. Este tipo de herramientas permiten aflorar la información consciente e inconsciente del sistema, explorar posibles escenarios futuros y adelantarse a potenciales dificultades. Si existe una herramienta que te permite chequear en el momento presente que el Propósito es auténtico, ¿para qué arriesgarse a invertir dos años de trabajo perdido?

Esto nos ha impulsado a desarrollar una metodología basada en las configuraciones sistémicas que permite visualizar, como si fuera una foto 3D, las relaciones e interconexiones de una empresa con todo su entorno. Esta «foto» ayuda a entender el impacto y valor aportado por la empresa. También sirve, entre otras cosas, para que la empresa tome conciencia «desde dónde» y «para qué» formula el Propósito, algo clave para que sea auténtico.

Tras trabajar el Propósito de varias empresas con esta metodología y visión sistémica, quiero compartir algunos insights:

  1. Toda organización tiene un Propósito, aunque no siempre sea consciente. Empresas que creían que no tenían, no es que no lo tuvieran, sino que no eran conscientes de su auténtico Propósito. Aflorar el auténtico Propósito aporta sentido a la organización y claridad, fuerza y dirección a la empresa.
  2. Cuando ese Propósito se mira desde una visión sistémica, tomando conciencia de que “todo y todos estamos conectados”, ayuda a ampliar y escalar sus posibilidades de impacto. Una empresa podría preguntarse: ¿Cómo impacta mi actividad en el conjunto de la sociedad y entorno? ¿Cuál es mi aportación de valor al conjunto? Hablamos no solo del impacto actual, sino también de su potencial.
  3. Ser consciente de que “multitud de relaciones causa-efecto no coinciden en el mismo espacio y tiempo”, ayuda a que cada uno asuma su parte de responsabilidad. En la medida que cada generación asuma su parte de responsabilidad y “repare” posibles daños de generaciones anteriores, contribuirá a dejar una empresa más fuerte y sana para generaciones posteriores. En empresas familiares, requiere de una especial atención al afectar en una doble vertiente, en lo familiar y lo empresarial.
  4. Una vez formulado el Propósito, toca llevarlo a la acción. Siendo coherentes en las decisiones y acciones, trasladándolo y haciendo partícipes a toda la organización ¿Qué y cómo puede contribuir cada persona? Todas las iniciativas en materia de impacto social, medioambiental, etc., no pueden ser aisladas e inconexas. Se requiere de acciones coordinadas desde una visión global enmarcada bajo ese Propósito.
  5. El Propósito no se cambia cada año, se mantiene durante un cierto periodo de tiempo. Si una empresa ha culminado una etapa o alcanzado su destino, puede «renacer» con un nuevo propósito. Esto suele suceder en periodos de crisis y de transformación profunda general o de determinados sectores.

Desde Systemicall, acompañamos a empresas a desarrollar todo su potencial y conectar con su auténtico Propósito. Si quieres conocer cómo trabajamos, puedes solicitar una sesión demostrativa para experimentar nuestra metodología, ¡seguro que te sorprenderá!

También, puedes consultar los diferentes retos que abordamos para Organizaciones: https://systemicall.com/organizaciones/ o los casos de éxito https://systemicall.com/casos-de-exito/