Las empresas existen principalmente gracias a las personas que forman parte de ella. Gracias a su trabajo, a su esfuerzo y a su talento. Una empresa familiar con vocación de crecimiento y continuidad necesita cuidar a sus personas y su talento.
En este artículo, me gustaría compartir algunas claves de la gestión del talento en la empresa familiar. Lo hago desde mi experiencia trabajando como directiva, consultora y coach sistémica en procesos de crecimiento y transformación en empresas familiares y multinacionales. Sé que no hay una receta única para la gestión del talento. Tampoco, una única realidad. Por ello, en este artículo compartiré algunos «ingredientes» que en mi opinión contribuyen al desarrollo del talento en la empresa familiar.
Talento
Tengo que reconocer que hace años, la palabra Talento me producía rechazo. Sentía que era una palabra que generaba exclusión. Sentía que hacía alusión a un exclusivo grupo de personas y no a todos. Como si solo algunas personas pudieran etiquetarse como talento. Como si se diferenciara entre los que tienen talento y los que no tienen talento. Probablemente eran creencias e interpretaciones mías erróneas en ese momento.
Años más tarde, mi percepción de la palabra fue cambiando. Todo el mundo habla de talento. Te adaptas al lenguaje general y te das cuenta que cada uno puede darle su propia interpretación. Puedo darle un significado inclusivo, que incluya a todos. Y puedo ser coherente con la visión sistémica que practico, matizando que dichos talentos están al servicio de un propósito mayor (más allá del ego).
En mi opinión “cada persona tiene talentos únicos que sirven a un propósito mayor”. El talento de una persona no sirve para regodearse que lo bueno que soy, sino para aprovechar aquello en lo que soy bueno para contribuir a algo más grande y ponerlo a disposición de un propósito mayor.
Hoy en día, cuando hablo de talento me refiero a la capacidad especial o facilidad para aprender o ejecutar una determinada tarea, tanto de una persona como de un sistema (ya sea una familia, equipo u organización). Cuando incorporamos la mirada sistémica, podemos dar el salto a complementar el talento individual con el talento colectivo (capacidades que se tienen como grupo). Un grupo de personas, como un equipo u organización pueden desarrollar características diferentes a la suma de sus partes, y por tanto talentos propios como grupo.
Contexto actual y tendencias
Antes de profundizar en la gestión del talento, es importante situarnos en el contexto actual y cambios que se están produciendo en el ámbito del trabajo. Querer volver a tiempos pasados está destinado al fracaso. Avanzar implica aceptar los nuevos tiempos y prepararse mirando al futuro.
El trabajo está cambiando aceleradamente y destacan las siguientes tendencias:
- La pandemia ha acelerado la automatización y las nuevas formas de trabajo. La salud y el bienestar de las personas tienen, cada vez más, mayor importancia. Fenómenos como la gran resignación en Estados Unidos reflejan un replanteamiento de muchas personas sobre su vida y su trabajo. Y en general, una reflexión profunda sobre dónde, cómo y para qué se trabaja.
- Convivencia de diferentes generaciones (Baby boomers, Generación X, Y, Z). Resulta fundamental entender las diferentes motivaciones de cada generación y gestionar la diversidad.
- El evidente gap entre oferta y demanda que deriva en una batalla mundial por el talento. Varios estudios indican que más de la mitad de las empresas españolas tiene problemas para encontrar talento. Es muy probable que a ti también te pase.
- La necesidad de formación y recualificación aumenta. Según la previsión del WEF para el 2025, 85 millones de trabajos desaparecerán, y se crearán 97 millones nuevos, con una división del trabajo entre humanos, máquinas y algoritmos. El 40% de las competencias clave que poseen actuales trabajadores deberá actualizarse.
¡Es necesario prepararse para estos cambios y no quedarse atrás!
Identificar, atraer y desarrollar
En este contexto, resulta clave poner atención y esfuerzos en la gestión del talento para la competitividad y futuro de la empresa. Una empresa familiar compite, en el mercado y en talento, con otras empresas no familiares. Identificar, atraer y desarrollar el talento son retos de especial relevancia a gestionar. Al mismo tiempo, necesita gestionar las particularidades como empresa familiar. Existen oportunidades como empresa familiar si se sabe diferenciar y aprovechar lo mejor de la familia y lo mejor de la empresa.
a) Identificar el talento de las personas, equipos y organización.
Uno de los retos más complejos es identificar el talento de manera consciente y objetiva. Todos tenemos nuestros propios sesgos y condicionamientos inconscientes. En el caso de empresas familiares y de empleados familiares, este reto es más complejo al estar interrelacionados el sistema familiar y el profesional. Por ello, es importante contar con metodologías que ayuden a identificar el talento de manera más consciente y objetiva. Contar con el apoyo externo para su interpretación e implementación resulta clave, siendo diferencial incluir una mirada sistémica con sensibilidad y profesionalidad para mirar el conjunto Familia y Empresa con efectividad y afectividad.
Otro reto es identificar el talento considerando las necesidades actuales y futuras. Muchas veces, la identificación y selección se realiza en base a patrones inconscientes del pasado. Es recomendable revisar si esos patrones siguen siendo útiles o si requiere una evolución.
Cuando en Systemicall acompañamos en procesos de crecimiento y transformación, habitualmente nos encargamos de identificar las competencias y puestos clave. Si fuera necesario también realizamos los procesos de búsqueda, evaluación y selección de candidatos. Cuando la selección se hace internamente directamente por la empresa existe el riesgo de repetir patrones que quizás ya no sean útiles, o el riesgo de aplicar solo una perspectiva individual y sin considerar la perspectiva sistémica o las necesidades del futuro emergente.
b) Atraer el talento
Atraer el talento es más fácil con un Propósito coherente y una Cultura sana. Son dos pilares fundamentales para la atracción de talento y en general para el éxito de una empresa. El Propósito y la Cultura tienen un impacto directo en el negocio y en los resultados de cualquier compañía.
El Propósito da sentido a nuestro trabajo y a nuestra contribución. Un Propósito auténtico, coherente y gestionado correctamente, puede ser un potente motor de inspiración, conexión y motivación para las personas y stakeholders de la organización. Un ejemplo es la Fábula los canteros y la catedral (LEER FÁBULA).
Algunas compañías no saben cómo formular su propósito. En nuestra experiencia, hemos comprobado que toda organización tiene un propósito aunque no siempre sea consciente. Existen metodologías sistémicas que ayudan a revelar un propósito consciente, coherente y auténtico. (MÁS INFO)
Por otro lado, la Cultura es el ADN de una empresa y es parte del valor de la misma. Una cultura sana atrae, desarrolla y retiene talento. La dificultad radica en gestionar un intangible como es la cultura. La buena noticia es que existen herramientas que ayudan a medir y gestionar la cultura (MÁS INFO).
Volviendo al caso concreto de las empresas familiares, hay algunos elementos comunes como la orientación y compromiso a largo plazo que son valiosos para la atracción de talento. Según la encuesta de opinión realizada por el IEF en el 2022, destacan dos aspectos con mayor valoración en empresas familiares en comparación con empresas no familiares: (i) la mayor apuesta por la supervivencia de la empresa por delante de la obtención de beneficios y (ii) la preocupación e implicación con el lugar de origen y mayor compromiso con el empleo.
En cualquier caso, cada empresa familiar es única. Tiene la oportunidad de aprovechar aquello en lo que es diferencial para atraer el talento que necesita. Implica una reflexión profunda de puesta en valor de su esencia, así como de revisión y fortalecimiento del Propósito y Cultura, dos pilares fundamentales para impulsar el crecimiento de empresas familiares.
c) Desarrollar el talento
En el mundo que vivimos de constante cambio, desarrollar el talento es imprescindible. Como mencionaba antes, el WEF nos advierte que en 2025 el 40% de las habilidades probablemente serán diferentes. Lo único constante es el cambio. El aprendizaje ya no es algo puntual sino continuo y durante toda la vida. El «upskilling» y el «reskilling» están a la orden del día. Upskilling, entendida como la capacitación adicional para mejorar las competencias de un trabajador en su puesto actual. Y el reskilling, entendida como la adquisición de nuevas competencias para adaptarse, cambiar o pivotar en funciones o puestos.
La formación, el coaching o el feedback son vías para impulsar el desarrollo del talento.
En el entorno de incertidumbre en el que vivimos, algunas empresas están centradas más en los problemas del día a día o del negocio y no pueden mirar estos temas. No se dan cuenta que el desarrollo del talento tiene un enorme efecto en el negocio. Existe el riesgo de entrar en un circulo vicioso: no tengo tiempo para desarrollar el talento, no se desarrolla el talento, no sale el trabajo, afecta al negocio, no tengo tiempo para desarrollar el talento… y así sucesivamente.
Los líderes juegan un papel fundamental en el desarrollo del talento, empezando por ellos mismos. El entorno demanda nuevas habilidades de liderazgo, un liderazgo más consciente y efectivo. Aquellos que invierten en el desarrollo personal y profesional tienen más posibilidades de despertar talentos individuales y colectivos. Pueden contribuir en mayor medida al desarrollo del potencial de la empresa y de sus personas.
“Quien mira hacia fuera, sueña. Quien mira hacia adentro, despierta.» (Carl. G. Jung)
Talento en la Empresa Familiar
En el caso de las empresas familiares, requiere especial atención a sus particularidades como empresa familiar en materia de gestión de talento.
Al convivir dos sistemas Familia y Empresa, se pueden generar tensiones si no están diferenciados y definidos los objetivos y principios de actuación en cada sistema. También, aún estando diferenciados y regulados a nivel formal o racional, si hay aspectos emocionales y sistémicos sin resolver, éstos aflorarán probablemente de manera inconsciente. (Pueden darse contextos solapados entre Familia y Empresa: los conflictos de la familia se traen a la empresa o viceversa).
Compartimos en el siguiente esquema, un ejemplo de criterios diferentes en la Familia y en la Empresa:
Cada empresa y situación es única. Requiere medidas personalizadas, su propia receta. Hay algunos ingredientes comunes que ayudan como: tener reglas claras de incorporación de familiares a la gestión, avanzar en la profesionalización de la empresa (sistemas de evaluación, política de promoción, política de remuneración, equidad interna, etc..), y mejorar la formación de la familia empresaria para gestionar los aspectos formales, emocionales y sistémicos de la empresa familiar.
Conclusiones
En resumen, una empresa familiar con vocación de crecimiento y continuidad necesita gestionar su TALENTO. Identificar, atraer y desarrollar el talento será clave. Contar con pilares sólidos como un PROPÓSITO coherente, una CULTURA sana y un LIDERAZGO efectivo, ayudará a una mejor gestión del talento y contribuirá al éxito y bienestar de las personas y la empresa familiar.
Si quieres más información para impulsar el talento, contáctanos.
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